El lugar es idílico. Aguas cristalinas, tranquilidad, arena dorada, palmeras… Todos los ingredientes de una de esas fotos de fondo de escritorio que uno pone en el ordenador con la esperanza de acabar el curso en una playa que se le parezca algo. Son las Islas Cook.
Además de un lugar espléndido, un paraíso terrenal, conforman el país del mundo que más habitantes pierde cada año (solo por detrás de Siria, por motivos obvios).
Pero esta situación se repite en muchos otros archipiélagos y micronaciones repartidas por el Pacífico. El «paraíso» está bien para disfrutar, pero para encontrar trabajo, ya es otro tema.La población que más decrece del mundo
Tal y como aquí contamos en su día, la población que más decrece del mundo (sólo por detrás de la de Siria) es la de las Islas Cook, un estado libre asociado que forma parte de Nueva Zelanda.
El archipiélago está formado por quince islas, que cuentan con una extensión de 240 kilometros cuadrados. La economía en las Islas Cook está basada fundamentealmente en el turismo, que representa el 67%.
En 6 años, su población ha caído en más de 7.000 personas, lo que representa un descenso superior al 36%. Así ha pasado de los 19.569 habitantes con que contaba en 2006 a los 12.500 en 2012.
El hecho de que los ciudadanos de las Islas lo sean también de Nueva Zelanda, hace que para muchos de ellos sea más atractivo emigrar allí, al haber más oportunidades de trabajo. Otro destino muy habitual de la emigración de los habitantes de estas islas es Australia.
Las Marianas del Norte, en caída libre
La Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte es un territorio en unión política con Estados Unidos. Situado en el Pacífico Norte, está formado por las catorce islas septentrionales de las Islas Marianas, situadas entre Hawai y Filipinas. En el censo del año 2000, la población de estas islas era de 69.221.
En 2008, creció hasta los 86.616 y en el censo de 2010, la población se cifra en 53 883. Este año, el World Factbook la estima en 51.170.
Esto supone que la población en las Islas Marianas del Norte ha caído en 13 años algo más de un 26%. ¿Qué ha pasado en ese tiempo y especialmente entre 2008 y 2010?
Antes de 2009, las Islas Marianas del Norte fueron un refugio para la industria del vestido ya que muchas de las leyes de los Estados Unidos no se aplicaban en la Comunidad del Pacífico Occidental debido a varios cambios legislativos.
Esto supuso una gran ventaja especialmente para la ropa china, ya que podían fabricar con la etiqueta Made in USA, pero a un coste mucho menor.
Los sueldos de los trabajadores eran de menos de la mitad del salario mínimo estándar de EE.UU y el 91% de la fuerza de trabajo de las empresas privadas en las Marianas era inmigrante. La vida en estas fábricas era casi equivalente a trabajo esclavo.
Cuando las leyes finalmente se volvieron más estrictas, el efecto fue inmediato. Las fábricas cerraron y decenas de miles de trabajadores regresaron a sus países de origen.
Samoa no tiene futuro
Los datos del Censo de 2011 mostraban que la población de Samoa había decrecido un 3,1% en la última década. De acuerdo con esos datos, la población de este territorio era de 55.519 habitantes en abril de 2010, esto es 1.772 menos que los 57.291 de 2000.
Desde el Gobierno del archipiélago explican como causas el cierre de una importante planta dedicada al envase de latas y la salida de muchos habitantes de la isla en busca de mejores oportunidades económicas.
La tasa de desempleo a finales de la pasada década fue en Samoa americana del 30%. La compañía COS Samoa Packing cerró en septiembre 2009, dejando a unos 2.200 trabajadores sin empleo.
Desde el Gobierno se explica que también ha habido una disminución en la tasa de natalidad, que atribuye al «cambio de actitudes sobre el tamaño de la familia» entre la población de los samoanos americanos.
El éxodo de Niue
La disminución de la población en Niue, un atolón de coral exuberante, ha sido constante e implacable, tal y como se puede observar en el portal estadístico de la isla. En la década de 1960, había más de 5.000 personas viviendo en este punto del planeta.
Hoy en día, hay menos de 1.600. Unos 24.000 ciudadanos con pasaporte de Niue viven en Nueva Zelanda, a 2.400 kilómetros de distancia. Sin duda, se trata de una cultura en franco riesgo de desaparición.
El éxodo de Niue ha sido particularmente agudo debido a su conexión con Nueva Zelanda. Niue es autónoma, pero en libre asociación con su vecino más rico del sur. De este modo los niuenses son automáticamente ciudadanos de Nueva Zelanda.
Así, mientras muchos jóvenes han emigrado a Nueva Zelanda en busca de un futuro mejor, las remesas enviadas por ellos, junto con un fondo anual que Nueva Zelanda destina a estas islas del Pacífico, han permitido sostener la economía de la isla.
Tokelau también se vacía
De acuerdo con el censo de 2011, Tokelau tiene una población residente de 1.411 personas. El censo muestra una disminución del 3,8% en la población residente habitual entre 2006 y 2011.
Su aislamiento y la falta de recursos limita en gran medida el desarrollo económico y la agricultura, que se limita al nivel de subsistencia.
Así, esta limitación extrema de recursos naturales y el hacinamiento, contribuyen a la emigración a Nueva Zelanda y Samoa que resulta en una disminución de la población de alrededor de 0.9 % por año.
El agotamiento del atún ha hecho más difícil si cabe la búsqueda de recursos en el archipiélago. Quizá para algunos este país del Pacífico sea conocido por los dominios gratuítos .tk, que parecen no haber sido suficientes para contener la población.
El imán de Nueva Zelanda
Tal y como se ha visto, en todos los casos gran parte de esa población que pierden estos países acaba en Nueva Zelanda.
Por ello, no es de extrañar que la población de Nueva Zelanda se haya visto muy reforzada por esta inmigración, la de quienes dejan sus islas sin oportunidades para acudir al país que más futuro ofrece en las inmediaciones.
Así, en el siguiente puede observarse como ha crecido de censo en censo la población radicada en Nueva Zelanda originaria de las islas del Pacífico.
La estadística demuestra que no hay futuro en el paraíso. Ser un destino idílico no garantiza el futuro de quienes allí han nacido y gran parte de estas islas sufren una constante despoblación y emigración en busca de mejores oportunidades.
Algunos países tratan de poner remedio a la sangría, pero los datos muestran como la salida de los nacionales de estos países continua imparable. No hay futuro en el paraíso.
Un análisis muy concreto y certero apoyado en cifras y causas sobre las realidades insulares que se enfrentan en el siglo XXI. Enhorabuena por tu sitio web!!!
Excelente artículo, en la línea de esta magnífica publicación. Felicidades
¡Muchas gracias profesor!
Saludos