Barcelona apuesta por un mapa ilustrado para vivir la Navidad

Este año el Ayuntamiento de Barcelona ha realizado una apuesta diferente para disfrutar de la Navidad en la ciudad. En un año en el que se han suprimido los puntos más significativos y de mayor participación ciudadana durante estas fechas señaladas como son  la Plaça Sant Jaume, dónde sitúan cada año el Belén, o el clásico recorrido por las calles de la ciudad la noche de Reyes la estrategia pasa por un mapa.

Con la campaña «Ciutat de Nadal» (Ciudad de Navidad) el consistorio ha diseñado un recorrido de 100 kilómetros por toda la ciudad para reinventar las clásicas celebraciones que hasta ahora se concentraban en lugares puntuales. Para ello ha elegido un mapa ilustrado para representar toda esa actividad navideña repartida en sus calles.

Detalle del puerto olímpico en el mapa ‘Ciudat de Nadal’.

La campaña de promoción de la ‘Ciudat de Nadal’ ha sido un encargo del Ayuntamiento de Barcelona a la agencia de diseño gráfico Petit Comité y las ilustraciones han corrido a cargo de Diego Marmolejo.

«El megamapa cuenta con más de 300 personajes que irán saliendo de él a lo largo de las fiestas para informar, recordar y crelebrar todas esas cosas que van a suceder en la Ciudat de Nadal», según explicaba el director creativo del Ayuntamiento de Barcelona, Nacho Padilla, a través de su perfil de LinkedIn.

El mapa como punto de unión

Un mapa es atractivo, estamos familiarizados con él, tiene la capacidad de presentar mucha información de manera visual y te reubica con el lugar que representa. Y es con un mapa como la capital catalana presenta una ciudad que homenajea a sus habitantes y a los que les facilita el acceso a cientos de actividades culturales y comercios locales.

Es a través de un gran mapa diseñado ad hoc para la ocasión como desde el ayuntamiento buscan presentar una ciudad viva, con muchas iniciativas para que los barceloneses redescubran su ciudad, su cultura y sus comercios locales.

Mapa completo del centro de Barcelona ilustrado para la campaña ‘La Ciudat de Nadal’

La otra cara de la Navidad con pandemia

Por un lado ofrece muchas actividades diversas en muchos sitios a la vez, incluso simultáneas y por sorpresa, así las personas que pasean o se encuentran por la zona desconocen qué ocurrirá, pero sí saben que están en un punto en el que les pueden sorprender.

Por ejemplo, esta Navidad en la Plaza Cataluña, uno de los lugares con más significado para los barceloneses les rendirá homenaje a ellos. Allí podrán disfrutar, entre otros, de conciertos.

Algunos de los personajes navideños que aparecen en el mapa.

Por otro lado, también permite abrir el campo de acción y presentar a los ciudadanos distintos puntos alternativos, con lo que se busca evitar aglomeraciones y disfrutar de cientos de planes navideños en los que se puedan guardar todas las medidas de seguridad.

Por último, el mapa también te presenta una red de comercios locales por toda la ciudad, tan castigados en el último año. Una bonita manera de homenajear también al tejido comercial de la ciudad, ofreciéndoselo a todos sus ciudadanos.

Barcelona tiene un mapa muy característico

Lo cierto es que el mapa de Barcelona es todo un icono, muy característico de la ciudad. Una urbe que estuvo mucho años delimitada por sus murallas, desde sus orígenes, tal y como vimos en este artículo dedicado a la evolución del mapa de Barcelona desde sus orígenes.

A mediados del siglo XIX el aumento de la población y el consiguiente riesgo para la salubridad hizo aconsejable el derribo de las murallas medievales. Un hecho que se produjo en 1854 y que cambiaría por completo la fisionomía de la capital catalana.

La ciudad medieval se vio a partir de entonces sobrepasada y en 1855 se preparó un proyecto de ensanche, dirigido por Ildefonso Cerdá. El proyecto se estructuró en torno al casco viejo y la Barcelona antigua.

Un mapa marcado por el Eixample

Apareció entonces un nuevo mapa de Barcelona, muy marcado por el Ensanche o Eixample, como es conocido. Vio entonces la luz una nueva ciudad totalmente diferente, basada en un plano ortogonal, con calles paralelas al mar y otras perpendiculares. Formaban una retícula de cuadrados uniforme o manzanas de 113 metros de distancia, con calles de 20 metros de anchura.

Los vértices o picos de las manzanas se limaron con un chaflán. La monotonía se veía rota por algunas calles que cruzaban el “damero” en un sentido diagonal. Es el caso de las avenidas Diagonal y Meridiano. Esto favorecía la rápida comunicación entre el centro y la periferia.

La Barcelona medieval en negro. El ensanche de Cerdá, en marrón.
La Barcelona medieval en negro. El ensanche de Cerdá, en marrón.

Se dio de este modo inicio a la expansión territorial de la ciudad con el Ensanche o Eixample que cambió por completo el mapa de Barcelona. Se produjo la apertura de nuevas vías en el lugar de las murallas, como las rondas de San Pablo, San Antonio, Universidad y San Pedro.

Sin duda, el siglo XIX fue una época de un gran crecimiento para la ciudad y eso se refleja en la evolución del mapa de Barcelona. Crecimiento tanto a nivel demográfico como económico y urbanístico. El plan de Ensanche y la anexión de varios municipios colindantes supusieron una gran ampliación del perímetro urbano.

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