Los encantos del valle del Jerte este valle son muchos y diversos, por lo que será fácil disfrutar de una buena jornada rodeados de naturaleza en estado puro y de pueblos con mucho encanto.
El valle del Jerte se extiende desde el Puerto de Tornavacas hasta Plasencia, al norte de la provincia de Cáceres. Lo hace a lo largo de unos 50 kilómetros y está atravesado por preciosos y singulares pueblos como Jerte, Cabezuela del Valle, Navaconcejo o Piornal.
Rutas de senderismo, piscinas naturales y pequeñas cascadas, como la garganta de los Infiernos, se intercalan a lo largo y ancho de todo este valle, con una gastronomía que juega también un suculento papel.
Todo este festín natural no puede estar mejor secundado por una red de casas rurales en ambientes totalmente sosegados, donde lo natural y lo urbano combinan a la perfección.
Resultan imprescindibles las visitas al museo de la cereza en Cabezuela del Valle y al de Jarramplas de Piornal. Y para familiarizarnos aún más con todas las posibilidades que ofrece este territorio, el valle del Jerte cuenta con una aplicación específica de turismo para dispositivos móviles.
Ribereños del Tajo: tradición y cultura ancestral
Al oeste toledano existe una singular comarca de pueblos bañados por las aguas del río Tajo. Territorio de tradiciones, de buena gastronomía, de históricos y señeros monumentos. Un lugar donde el paisaje mediterráneo goza de su total efervescencia con mil y un lugares para practicar un desconfinamiento rural histórico.
El Puente del Arzobispo, donde el barro se hace arte
Fijamos nuestro punto de partida en una villa emblemática desde tiempos de la baja Edad Media, El Puente del Arzobispo. La localidad se sitúa a orillas del Tajo, salvaguardada por su colosal puente medieval de once ojos. Este se construyó para facilitar la trashumancia y el peregrinaje al santuario de Guadalupe allá por el siglo XIV.
Esta ilustre villa presume de grandes monumentos históricos como el Palacio Arzobispal, los Hospitales e Iglesia de Santa Catalina, antigua colegiata, o su magnífico rollo de justicia.
Además, El Puente del Arzobispo es cuna indiscutible de la cerámica, salpicado de talleres donde disfrutar in situ, de este vetusto proceso artesanal. Asimismo, cuenta con un importante Centro de Interpretación de la Cerámica que alberga piezas y testares de diversas fechas y localidades del mundo.
Cabe destacar que el proceso artesanal de la cerámica ha sido recientemente declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, de forma conjunta con la vecina Talavera de la Reina. Sin duda, es una visita magnífica para aprender sobre el arte de la cerámica y la alfarería en este peculiar desconfinamiento rural.
Valdeverdeja: desconfinamiento en un cruce de civilizaciones
Valdeverdeja estuvo poblado ya desde la Prehistoria como demuestran los asentamientos de Bercenuño y la Facciosa, adscritos a la Edad del Bronce. Para los árabes esta zona tuvo un gran valor estratégico y defensivo, teniendo como centro político y administrativo del territorio la cercana ciudad de Vascos. Este asentamiento arqueológico también es visitable y por supuesto, recomendable.
Este municipio, además de estar enclavado en un entorno natural salvaje entre dehesas y berrocales, posee importantes hitos arquitectónicos como la Plaza Mayor, la Iglesia de San Blas o los Molinos de las Aceñas de los Rebollos. Estos últimos están clavados a los pies de las tajas esculpidas por el río en esta zona del oeste toledano. Un municipio con grandes atractivos catalogado como lugar de interés comunitario (LIC).
Aldeanueva: paso obligado de la Vía Verde de la Jara
Aldeanueva de Barbarroya es apeadero obligado de la denominada Vía Verde de la Jara. Este sendero recorre 52 kilómetros entre jaras, cortados y aromas que endulzan el itinerario a los amantes del cicloturismo y de la equitación. Por descontado, el mejor escenario para un desconfinamiento deportivo total.
Aldeanueva se sitúa a mitad del recorrido, en una zona de especial belleza paisajística, pues pertenece a la comarca de la Jara, donde flora y fauna interactúan por igual. Data sus orígenes hace medio millón de años, momento en el que se fechan algunos instrumentos de piedra encontrados en sus límites.
Entre sus atractivos destacan, el lavadero de Fuente Blanca que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) y el viaducto Amador sobre el río Tajo. Este es un lugar privilegiado para la observación de diferentes aves rapaces.
No cabe duda de que España es un país privilegiado. Diversidad, cultura, naturaleza y tradición definen perfectamente todo lo que esconde nuestra geografía. Y por supuesto nuestro medio rural es infinito, en variedad, en cantidad y en calidad.
Esto ha sido solo un pequeño aperitivo que queremos ofrecerte para ir abriendo boca y apostar, hoy más que nunca, por nuestros pueblos, por nuestra cultura y, en definitiva, por nuestro territorio. De él tenemos mucho que aprender y aún más si cabe, que preservar.