El blog Fronteras cumple 10 años

Este año el Blog Fronteras de Diego González ha cumplido 10 años. Se dice pronto. Para todos los interesados por los blogs geográficos en español, sin duda, el Blog de Fronteras es toda una referencia.

He de confesar que yo lo descubrí poco antes de empezar este espacio, cuando me rondaba por la cabeza el hacer un blog de temática geográfica. Muchos de los temas que se me ocurrían ya los había tocado Diego.

Fue uno de los primeros blogs que empezó a divulgar sobre la temática geográfica. Al tiempo llegaría otro referente, el Blog de Banderas.

Resulta que Diego González es un nick compuesto concretamente por su segundo nombre y su segundo apellido. No seré yo quien desvele los primeros.

Diego es un tipo de Madrid de 38 años. Llegó a vivir a Barcelona en 2006 y por razones “no muy fáciles de explicar” hace ya más de 10 años se interesó por el tema de la geografía y sobre todo por «las fronteras, los límites, los países no reconocidos y otros temas afines».

“Hice lo que hace 10 años hacía todo el mundo cuando tenía una idea: abrir un blog”. Y así dio el pistoletazo de salida a Fronteras.

Fronteras acumula a día de hoy millones de visitas y es todo un clásico en lo que a páginas de divulgación geográfica se refiere en estas procelosas aguas de Internet.

Para remontarnos a los orígenes hay que retroceder hasta 2008. Aquel año, para Diego, coincidió con una época de trabajo «más suave» en la que tenía «mucho tiempo» para leer y entretenerse.

“No sé quién dijo una vez que una manera muy buena de aprender de un tema es escribir un libro. En este caso hice lo propio y abrí un blog”, explica en conversación con Geografía Infinita. Ocurrió un 8 de enero de 2008.

Llegó entonces el momento de ponerle un nombre: “no sabía cuál y se quedó con ese, Fronteras”. Y fue el turno para los primeros temas: “Las dos primeras cosas que escribí fueron sobre Taiwán, un país no reconocido, y sobre Baarle, el pueblo que está dividido entre Holanda y Bélgica en veintitantos trozos porque me resultaba llamativo”.

¿Por qué Fronteras?

«La frontera es una línea que no existe, es imaginaria pero establece un límite muy claro entre un sitio y otro sitio, entre dos idiomas o dos sistemas legales. Las cosas que son delito aquí, a dos metros de distancia son totalmente libres».

«Al final cualquier frontera es una agresión en sí, un punto de roce muy llamativo, donde se ven mucho las contradicciones de determinados sistemas o del mismo concepto de país», explica.

Su atracción por este tema no tiene una explicación clara. Fue algo “bastante inmediato”. Pero esa sensación que tuvo de estar descubriendo algo nuevo «tiene que venir de algún sitio».

Un agujero en la alambrada

Puestos a buscar causas, Diego también lo achaca a una novela que leyó cuando estaba en cuarto de EGB, con nueve años, y de la que todavía conserva el original. Era una novela juvenil de la colección naranja de El Barco de Vapor. Se llamaba un agujero en la alambrada.

«Es una novela de ciencia ficción que  básicamente cuenta la historia de unos niños que viven en un pueblo que está rodeado por una alambrada. La alambrada es el límite de su mundo y al final la historia cuenta como la atraviesan y ven lo que hay al otro lado».

«Esa es una de la cosas más antiguas que recuerdo, porque esa novela me la sé de memoria y he estado 25 años sin leérmela y la recordaba perfectamente».

Su primer contacto con las fronteras llegó con los 13 años. Fue cuando cruzó la primera. Estaba en la estación de esquí de Astún, en la provincia de Huesca, y se fue caminando hasta Francia. «Lo hice por el mero hecho de que estaba ahí», relata.

«El tema de los países, geografía y las banderas siempre me ha gustado, sin llegar a ser una obsesión como ha sido un poco esto, pero sí que es verdad que me ha gustado», reconoce.

Frontera entre Moldavia y la region de Trasnistria. Fuente.

¿Cuánto influye la geografía?

«La geografía influye», reconoce Diego, «pero no creo que exista un determinismo geográfico tan marcado como a veces nos quieren vender». «Suiza es un país sin recursos naturales, totalmente montañoso, y son asquerosamente ricos», explica.

«Liechtenstein es un trozo de tierra bastante aburrido rodeado de montañas al lado del Rín y son todavía más ricos. Influye mucho más la política o las instituciones de lo que puede influir la propia geografía», prosigue.

Otro ejemplo es Bangladesh. «Un país que mayormente no tiene sentido como tal porque son 100.000 kilómetros cuadrados y más de 100 millones de habitantes y cuya mayor parte está a punto de inundarse permanentemente».

Ciudadanos de Dhaka, en Bangladesh. Ahron de Leeuw. Flikr.
Ciudadanos de Dhaka, en Bangladesh. Ahron de Leeuw. Flikr.

«Eso desde luego tiene que influir, no se puede negar la obviedad. Pero Holanda también es así, la mayor parte está bajo el nivel del mar y son ricos, occidentales y prósperos. Entonces, (la geografía) influye, pero lo hacen mucho más las instituciones y el sistema político que se aplique».

¿Y sobre el carácter?: «No sé, me cuesta mucho creerlo. Creo que es mucho más una proyección que se realiza que la realidad, el tema de que haya más calor o menos con que la gente sea más simpática o similar».

El futuro de los mapas

Preguntamos a Diego por una de nuestras temáticas habituales, los mapas. Y le pedimos reflexión sobre el momento que viven.

«No soy experto en esto», reconoce, pero cree que es «un debate parecido al del libro en papel frente al libro electrónico. ¿Realmente tiene sentido acumular toneladas de papel en casa pudiendo tener la misma información en un dispositivo que pesa 300 gramos?».

Mapa de las zonas en las que más subirá la temperatura en 2100 (amarillo claro es 1 ºC y rojo oscuro 11 ºC). Atlas para el fin del mundo.
Mapa de las zonas en las que más subirá la temperatura en 2100 (amarillo claro es 1 ºC y rojo oscuro 11 ºC). Atlas para el fin del mundo.

«Es discutible, pero yo la mayor parte de mi presupuesto para ocio me lo gasto en comprar libros de papel. No sé hasta que punto una cosa va a acabar con la otra. Evidentemente yo uso mucho Google Maps y el GPS del coche para ir a todos lados, pero también me gusta mucho mirar atlas y los tengo en casa», defiende.

Y continúa: «Realmente no es algo necesario, pero nunca lo ha sido. Salvo para los escolares o para quien se dedicara profesionalmente a esto nunca ha sido necesario. Es un poco el amor por el objeto y hay gente a la que le gusta tener mapas, coleccionarlos… pero es la misma gente que había hace 30 años. No había más gente antes que ahora».

Los inicios de Fronteras

Antes de mantener Fronteras, Diego había tenido un blog un par de años «de una temática más aburrida». Era sobre política y lo escribió en una época en la que estuvo metido en política «de manera más amateur». Hasta que se quitó porque le aburría.

Al principio cuando uno empieza un blog no lo conoce nadie «por su propia definición». Así, los primeros meses se los pasé enviando sus propios enlaces a meneame.net para conseguir traer algo de tráfico.

«Hasta que ya tuve una pequeña masa de lectores que empezaron a enviarlos ellos. Entonces ya me retiré del autobombo. Después entras ya en el círculo virtuoso».

«El blog tiene 8 millones de lectores, pero el primer año no hubo más de 100.000 y eso que era el año en el que más escribía».

Se escribe con los pies

«La motivación para escribir el blog va variando, pero es difícil. Al final leer sobre esto y escribir es un hobby y procuro no perder la costumbre de escribir porque es una manera de aprender más sobre cosas y de tener una excusa para desengrasar la cabeza, desempolvar las botas y largarse a algún sitio».

«Hace un montón de años, cuando estaba empezando el blog, leí una cosa de Enrique Dans, que no es un tipo al que aprecie especialmente, pero aquello que leí me hizo mucha gracia y siempre lo recuerdo. Y es que no se escribe con las manos, sino que se escribe con los pies. Y esa es la realidad. Yo las últimas cosas que escrito, son sitios a los que he ido.

Dreilandenpunt, o punto de los tres países. El trifinium germano-belga-holandés. Foto tomada desde los Países Bajos. A la derecha, Alemania, al fondo, Bélgica.
Dreilandenpunt, o punto de los tres países. El trifinium germano-belga-holandés. Foto tomada desde los Países Bajos. A la derecha, Alemania, al fondo, Bélgica. Fuente: Fronteras

Los artículos más virales y los que «más éxito han tenido» son aquellos en los que Diego que cuenta las cosas que hace, desde excursiones a viajes.

«Como uno tiene cierta tendencia al desastre, salen como salen. Una vez fui al trifinium entre Holanda, Bélgica y Alemania y me pelé de frío, no llevaba guantes, se me había olvidado la bufanda, no llevaba cadenas y había pasado de todo», explica.

Una de las últimas cosas que he escrito es sobre la isla de los faisanes. Aprovechando un viaje de empresa me cogí un coche y me fui para allá. Literalmente me dije «por qué no voy a ir».

El punto de inflexión de Fronteras

El que más recuerda como «punto de inflexión porque cambió el pagerank de Google fue el que se llamaba 15 pueblos que deberían cambiar de nombre ya, que eran nombres de pueblos graciosos alrededor del mundo». Eso pasó en noviembre de 2011, más de tres años después del arranque del blog.

Guarroman, en Ciudad Real, España. Fuente: Fronteras.

Ese artículo se compartió miles de veces en Facebook y fue portada de Menéame, salió en Microsiervos y «en un montón de sitios y a partir de ahí el el número de visitas al blog aumentó un 50% de manera regular».

La perseverancia del blogger

«La práctica totalidad» de Fronteras está escrito «robado del sueño». «Al principio hasta que nació mi primer hijo era más fácil, luego ya empecé a escribir con el niño en brazos. Una vez los niños han ido creciendo escribo después de cenar, cuando ya están en la cama».

Mantener un blog 10 años requiere un gran esfuerzo y perseverancia. Los que nos dedicamos a esto lo sabemos bien… «Ha habido épocas más erráticas, en las que no tienes ganas, pero la mayor parte del tiempo la rutina es esa. Ahora, por ejemplo, tengo una época en la que puedo permitirme dedicarle más tiempo y le he dedicado sobre todo algunas tardes libres».

Pero escribir regularmente un blog también regala muchas satisfacciones. Diego las tiene claras: «Mucha de la gente que he conocido ha venido del blog. Algunos de mis amigos cercanos más recientes han venido directamente por el blog».

También aprendió mucho inglés gracias al blog. «Era capaz de leer y escribir en inglés a partir de leer de la Wikipedia».

La libertad de expresión

Diego no va a revelarnos su nombre real. “Hemos visto tantos casos de ira y furia en las redes sociales y yo soy un tipo que en las redes se expresa con total naturalidad. Diego González soy yo, no es un álter ego, soy yo con otro nombre distinto».

«Me expreso con total naturalidad, con la posibilidad de meter la pata. No quiero que eso me afecte a mi vida real y he preferido siempre mantener dos personalidades, hay mucha gente que conoce mi nombre real, porque nunca sabes sonde hay un trol que te puede amargar la vida”.

Pero tiene claro que «en internet hay gente que está predispuesta a ofenderse sobre cualquier chorrada». Y pone un ejemplo: «Después de 10 años hablando sobre países no reconocidos, de repente me toca y vivo en uno».

«Resulta que Cataluña va y proclama la independencia y hay ochenta y tantos países que en un periodo de tres días declaran su explícito no reconocimiento… tenía que hablar sobre esto en el blog«.

Hasta ese momento nunca había querido hablar sobre ello porque siempre había quedado «al margen de estos temas». Pero llega un momento en que «tenía que contarlo». «Lo hice sabiendo lo que iba a pasar. La mayoría de la gente me ponía a parir por no dar su opinión sino la mía».

En 2008, cuando Diego arrancó Fronteras, había «muy poquito sobre esto». «Me di cuenta de que había mucha gente a la que le interesaba el tema».

Es lo que tiene en Internet: «No importa lo friki que seas o lo raro que sea tu producto porque siempre hay gente mucho más friki, mucho más rara y mucho más loca que tú para estas cosas».

4 comentarios en “El blog Fronteras cumple 10 años”

    1. Geografía Infinita

      Un placer poder charlar contigo Diego y celebrar esos 10 años. Qué vengan muchos más y que los veamos ;-)

      Un abrazo,
      Gonzalo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio