Coger un mapa, abrirlo, extenderlo en la mesa y poner a tu alcance toda una zona a recorrer. Es posiblemente una de las sensaciones más placenteras del viaje. Si planificas tus viajes echando mano de un mapa de carreteras, sabes de lo que hablo.
Y si te gusta experimentar esta sensación, seguro que has tenido un mapa de Freytag & Berndt entre tus manos. Son un todo clásico. Sin duda, resulta una delicia preparar un viaje con estos mapas, por su elevado nivel de detalle y la información que contienen, que permite de un vistazo, encontrar todos los atractivos que esconde una determinada zona del planeta.
Con el paso de los años, estos mapas, inicialmente destinados preferentemente al mercado germano, se han ido extendiendo y es posible encontrarlos cada vez más en tiendas especializadas.
Los mapas Freytag & Berndt están diseñados y producidos en Austria por la editorial cartográfica más prestigiosa del país, creada en 1885. Todos los mapas y planos incluyen leyenda en varios idiomas, estando siempre presente el inglés y muy a menudo el español.
Gustav Freytag es quien está detrás de estos mapas. Llegó a Viena en 1866 para aprender litografía de su tío. Después se fue a Leipzig y trabajó en el departamento topográfico del Estado Mayor en Berlín, antes de su regreso a Viena.
Allí abrió su propia empresa de mapas litográficos y se especializó cada vez más en el ámbito de los Alpes. El comerciante Wilhelm Berndt financió la impresión de los mapas en una cooperación que se prolongó unos 30 años y que aún hoy da nombre a la empresa. Tras este periodo, Berndt renunció por razones de salud.
Mapas muy solicitados por los imperios
Freytag fue muy exitoso en su campo y contó con la corte imperial austrohúngara como cliente. Pero su fama como elaborador de mapas no tardó en extenderse, con pedidos también del extranjero. Tuvo a los imperios rusos y Otomano como clientes.
Con la Primera Guerra Mundial, la empresa aumentó su volumen de trabajo. Pero al tiempo, las restricciones impuestas por el Estado eran cada vez mayores. Por ejemplo, desde 1917 no pudo vender mapas de la ciudad de Viena, por razones defensivas.
Con el estallido de las restricciones y prohibiciones de la Segunda Guerra Mundial, cada mapa impreso tenía que ser publicado por duplicado y un ejemplar enviado a la Gestapo.
Después de la Segunda Guerra Mundial se intensificó su labor con los mapas de los Alpes y otras montañas. Los pedidos para cartografiar llegaron de lugares remotos como Nepal y Kuwait. En 1965 la compañía recibió el Premio Nacional y desde entonces incluye en sus publicaciones el escudo de armas federal de Austria.
Otro clásico de los mapas de carreteras: Michelín
Junto con los mapas de Freytag & Berndt, otro de los clásicos de los mapas de carreteras son los Mapas Michelín, más conocidos quizá en nuestro ámbito cultural. Han acompañado a los coches desde que la automoción comenzara a generalizarse.
La idea de ofrecer la información complementaria que todo conductor en ruta necesitaba nació de la cabeza de los hermanos André y Edouard Michelin, conocidos por sus neumáticos.
Sin duda, el desarrollo de los mapas Michelin corrió paralelo a la extensión del automóvil. En 1910, fecha en la que se imprimió el primer mapa Michelín pensado para su comercialización no había en Francia ni 5.000 automóviles.
Pero los hermanos Michelin comprendieron muy bien que para el desarrollo del vehículo hacía falta poner las cosas fáciles a los conductores en una Francia en la que no había prácticamente indicaciones en las carreteras. De este modo, ayudar a los automovilistas y permitir que se orientaran se desvelaba fundamental para el desarrollo del viaje en automóvil.
*Puedes encontrar una selección de mapas de Freytag & Berndt en la tienda de Geografía Infinita.
Hola José, es verdad lo que comentas, quizá la manera de clasificar las carreteras sea mejor en las Michelín… En cualquier caso los dos son grandes mapas, probablemente de los mejores. ¡Gracias por tu comentario y saludos!
Fantástica entrada
Freytag es un clásico, por supuesto, pero yo soy más de Michelin. La infografía Michelin para mostrar el tipo de vía es insuperable: autopista (raya amarilla en medio), autovía (raya blanca), via rápida de cuatro carriles con las dos calzadas separadas, via rápida de cuatro carriles sin separación entre las calzadas (cada vez quedan menos de estas, pero eran corrientes en los 70 y 80), nacionales (rojas), comarcales (amarillas), locales (blancas). Y casos inclasificables, como las nacionales griegas (banda roja más ancha que las nacionales de los demás países) (aún queda alguna, en Creta por ejemplo).
Quizás Freytag muestre mejor las ondulaciones del terreno. Pero Michelín muestra los bosques…
En fin, que muy de acuerdo contigo: un vistazo a un buen mapa permite planificar un viaje (tiempos, paisajes) más allá de los senderos automaticos del GPS
Gracias por el post