Hay decisiones en la vida que se toman de la forma más intrascendente, pero que de algún modo te marcan. Miguel García decidió 15 años atrás que pasaría a llamarse en Internet ‘Milhaud’. Andaba buscando un ‘nick’ para la Web -«uno que no fuera muy común»- y justo en el momento de tomar la elección «un amigo había descubierto al compositor Darious Milhaud». «Todo sea dicho, creo que únicamente puedo recordar una composición suya», apostilla.
Si sois apasionados por el mundo de los mapas seguro que conocéis Mapas Milhaud, un espacio en el que diariamente ‘Milhaud’, Miguel, comparte mapas que encuentra por Internet y de una u otra forma le llaman la atención: «Una colección de mapas para los amantes de los mapas y para los que aún no saben que aman los mapas», tal y como se describe la propia página en Facebook. Acumula en estas fechas -mayo de 2016- más de 13.000 seguidores, una cifra que no esta nada mal para un ámbito como el de los mapas.
Verano de 2012, Segovia. Miguel García abre una página de Facebook dedicada a compartir mapas. «Ya llevaba tiempo compartiendo muchos mapas por Twitter y cada vez era más la gente que me pedía algún lugar donde tener todos los mapas agrupados para poder verlos (y no tener que la necesidad de escucharme decir otras tonterías varias). Por ello, después de descartar crear otro blog más, me decanté por una página de Facebook». ¿El resultado?: «Bueno, la verdad es que resultó mucho mejor de lo esperado».
Ingeniero de telecomunicaciones, Miguel es segoviano donde pasa todo el tiempo que su trabajo como consultor para un proveedor de Software le permite. También escribe (aunque menos que hace unos años en el blog ‘Recuerdos de Pandora‘) y ofrece sus opiniones en su Twitter personal, @Milhaud.
Preguntado por sus aficiones, destaca: «Pasar tiempo con mi gente, viajar, el senderismo, la música (en modo pasivo)… y bueno… hablar de cualquier cosa. Supongo que esto es lo que realmente me gusta». Aprovechamos y hablamos con él… pero hoy no de cualquier cosa… hablamos de mapas.
¿Cual es el mapa que más se ha compartido en la página?
Hace tiempo lo miré detalladamente para hacer una recopilación de mapas, y resultó como el más visto uno con una pifia de Telemadrid a la hora de nombrar los países de Europa: – El segundo, por poco, es un mapa bastante más interesante, el popular mapa de Pangea dibujada con las fronteras de países actuales (Nota: a cuyo autor, Massimo Pietrobon, entrevistamos en el este blog).
Seguro que el mantener una página con tantos seguidores te ha dejado algún momento curioso, ¿alguno que merezca la pena contarse?
Supongo que lo más curioso es los múltiples jardines en los que me he metido yo solito. El hecho de que me gusten todo tipo de mapas, ha provocado que tenga auténticos flames en los comentarios de algunos mapas. Recuerdo bastante polémica con mapas sobre la situación de la Guerra Civil en Ucrania, pero por encima de todo, la polémica siempre está presente cuando aparece algún mapa histórico de España con la Corona de Aragón. Se ve que la cuestión catalana está a flor de piel de muchos.
¿Qué te ha aportado mantener una página como la tuya?
Los mapas siempre han sido una cosa que me han apasionado, así que tengo cierta tendencia a acumular mapas, libros sobre mapas y varias webs que consulto de forma relativamente asidua. La idea es únicamente tomar esos mapas y, cada vez que veo uno interesante, programarlo para que se vayan publicando en la página.
El mayor aporte, comprobar la gran cantidad de gente a la que le gustan los mapas. Ver cómo la gente los comparte y comenta aspectos sobre ellos (ya sea en el sentido cartográfico, artístico o informativo). Al final, se termina creando una comunidad de la que se puede aprender mucho.
¿Por qué elegiste Facebook como forma de comunicación?
Como he comentado antes, ya llevaba varios años compartiendo mapas por Twitter. A la hora de tener un único lugar donde compartir mapas barajé la posibilidad de montar un blog, pero por cuestiones de comodidad Facebook parecía mucha mejor opción. No necesitaba nada de complejidad, y Facebook tiene una comunidad a la que se puede llegar ‘fácil’.
******
De pequeño le llamaban especialmente la atención los mapas políticos, «que te ayudan a visualizar el mundo a gran escala». Luego, poco a poco le fue cogiendo el gusto «a los mapas físicos, mapas de datos, mapas históricos… básicamente a todos los mapas». Ahora en los mapas ve «facilidad para ilustrar y ayudar a comprender el mundo en el que vivimos y el mundo del que venimos. En el sentido más amplio de la palabra. Y no sólo para los amantes de los mapas, sino para cualquier persona».
A su juicio algo ha cambiado. Algo que parece evidente, pero en lo que no siempre reparamos: la cartografía se ha democratizado. Si antes era patrimonio de unos pocos y las herramientas no eran precisamente de fácil acceso, afortunadamente la situación ya no es la misma.
¿Por qué?
Está claro que la mejora de las herramientas de software para la ilustración están ayudando mucho. Antes realizar un mapa era difícil y costoso. Ahora, con unos conocimientos básicos en prácticamente cualquier software para realizar ilustraciones puedes crear mapas magníficos. Y visualmente ayudan mucho a poner en contexto al lector o televidente a la hora de plantear una noticia.
¿Hacia dónde camina la cartografía?
La cartografía, en el sentido más técnico, está prácticamente solucionada. Con los avances tecnológicos (ordenadores y satélites principalmente), ahora somos capaces de cartografiar sin prácticamente problemas el mundo entero. Aún queda margen para la automatización y el reconocimiento, pero al final es una cuestión de detalle más que de fondo.
Con este problema solucionado, en mi opinión ahora es el momento de que poco a poco los mapas interactivos se vayan potenciando más y más. Ya a día de hoy hay grandes proyectos de mapas interactivos realmente fascinantes, pero creo que aún hay mucho que explorar en esa dirección.
En nuestro tiempo, con tantos avances en materia de geolocalización, ¿sabemos encontrar nuestro sitio o hemos perdido capacidad de orientación?
Quizá sepamos mucho mejor que nunca donde estamos, pero también es verdad que hemos perdido capacidad de orientación. A día de hoy, por el simple uso de Google Maps, mucha más gente está acostumbrada a verse situada en un mapa. Esto hace que sean muchos más los que se puedan ubicar en un mapa con facilidad, cosa que antes no era tan sencillo.
Pero en tema de orientación claramente hemos perdido. Antes al conducir o al ir de un lugar a otro de una ciudad desconocida, teníamos que prestar atención a las señales, a las indicaciones de otras personas o a nuestro puro sentido de la orientación. Ahora, conectando el GPS, son muy pocos los que prefieren pensar y sufrir ante la comodidad de que una voz te guíe a tu destino.
¿Cuáles son los primeros recuerdos que guardas de los mapas?
Un atlas que tenían mis padres. Disfrutaba como un enano (nunca mejor dicho) viéndolo. De hecho, mi obsesión era tal que recuerdo que para cuando tomé la comunión una tía mía me regaló un atlas actualizado con todos los cambios acontecidos entre 1980 y 1991. Lo recuerdo con especial cariño.
¿Hay algún mapa o atlas que te marcara especialmente?
A parte de los dos atlas que he comentado de mi infancia, quizá el mapa al que más cariño tenga sea el mapamundi de Ortelius (1570). Pasé varias semanas haciendo un puzzle de 3.000 piezas sobre él.
¿Si hay que elegir una proyección?, ¿con cuál te quedarías?
Aquí voy a ser simple: me quedo con la proyección de Mercator. Soy de los que opina que, conociendo las limitaciones de cada proyección, casi todas tienen un interés particular. Pero lo que no tiene casi ninguna es una importancia histórica como la que tuvo la proyección de Mercator.
Y lo que sí que tengo claro es cual es mi proyección menos favorita: La de Peters. Y no la de Gall-Peters, que Gall no tuvo ninguna culpa de los intereses que tomó Peters muchos años más tarde.
PASAPORTE
Si hubiera que elegir un país…. ¿cuál elegirías? ¿por qué?
España. He viajado bastante (por ocio y por trabajo) y la verdad es que me quedo con España. Supongo que soy un tipo de costumbres.
Un oceáno…
Nunca me lo había planteado. Pero si hay que elegir uno, que sea el Atlántico.
Un mar…
Mediterráneo, ningún otro mapa ha sido pintado por tantas civilizaciones.
Un sistema montañoso…
El Himalaya es una cordillera que queda magnífica en un mapa físico, por los increíbles desniveles que tiene.
Un lago…
El Mar de Aral. Este lo elijo por ser uno de los mayores desastres de la humanidad: secar casi por completo el que llegó a ser el cuarto lago más grande del mundo.
Un ciudad…
Aquí la tierra me tira. Mucho. No puedo elegir otra cosa que no sea Segovia.
Una bandera…
La bandera del helecho palteado. Una pena que no fuera elegida como nueva bandera de Nueva Zelanda. Quedarme con la de Segovia quizá sería abusar, pero os recomiendo que la echéis un vistazo. Es muy curiosa.
Un mapa…
Por no repetir el de Ortelius, voy a volver a lo mío: el plano de Segovia de Joaquín Odriozola (1901). Un plano magnífico para ver como ha cambiado en poco más de 100 años mi ciudad.