Sin duda la generalización del viaje en avión como manera de conectar el mundo en cuestión de horas ha dejado atrás los años en que los viajes intercontinentales eran casi una hazaña. Es lo que muestran los mapas de distancias isocrónicas («distancias en el mismo tiempo»), en los que se aprecian los tiempos de viaje para recorrer diferentes distancias.
El siguiente mapa procede del ‘Atlas of Economic Geography‘ (Atlas de Geografía Económica) publicado en 1914 y creado por John Bartholomew, un descendiente de una clásica familia de fabricantes de mapas radicada en Edimburgo.
El mapa muestra las distancias desde Londres a distintos puntos del planeta. Comenzando por Europa, en rosa oscuro, el mapa detalla lo largo que podía ser un viaje a otro punto.
Sería de hasta cinco días si el destino estaba en la zona rosa oscura, pero ascendería hasta los 10 en la rosa, para pasar a 20 días en los destinos situados en la zona naranja. La zona verde, la azul clara y la azul oscura se situaban en los, 30, 40 y por encima de 40 días respectivamente.
Tal y como explican en Intelligent Life Magazine el mapa coincide con el desarrollo del tren en las diversas partes del mundo en aquella época, con zonas mejor comunicadas allí donde había tendidos férreos y de más difícil acceso en el interior. La incidencia del transiberiano es claramente perceptible en el mapa.
En esa época lo que más aumentaba el tiempo de un viaje no era la distancia, sino que se tratara de un destino continental muy interior. Así, las áreas centrales de África, Asia o Sudamérica eran los destinos más difíciles de alcanzar.
En la actualidad esos tiempos de viaje son muy diferentes, si bien hay un punto que parece mantenerse estable: la accesibilidad de una determinada zona. Las distancias actuales se miden en horas y no en días, tal y como se refleja en el siguiente mapa elaborado por el estudio ‘Rome2Rio’ de las distancias isocrónicas en 2016.
El mundo sigue siendo el mismo, pero nadie duda de que gracias a los avances en los medios de transporte se ha hecho más accesible. La prueba más gráfica está en estos dos mapas.
Que pasaría si el centro de la mancha temporal sobre el territorio hubiese estado fuera de Europa.?
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Me encanta en el mapa de 1914 como se hace notar el Transiberiano.
Sí Luis, la verdad es que queda muy claro con el Transiberiano como el tren condicionaba las distancias de viaje a principios del XX.
Saludos y gracias por el comentario
Muy buena cartografía y la fuente, como debe figurar siempre. Gracias.
Muchas gracias Romina, es de justicia citar siempre las fuentes y aquí lo tomamos a rajatabla. Un saludo