El tiempo influye y mucho. Influye e interesa. La atracción por el tiempo es casi paralela a la extensión que ocupa en los medios de comunicación. Los espacios dedicados al tiempo han crecido de manera exponencial. Del mismo modo, cada vez es más habitual que el ciudadano de a pie se interese por la meteorología de manera directa.
Así, las aplicaciones en los móviles para consultar el pronóstico del tiempo fueron una de las primeras utilidades que les dimos a los teléfonos inteligentes. Del mismo modo, cada vez es más habitual que nos sumerjamos en portales como Accuweather o el de la Agencia Estatal de Meteorología.
![Ángel Rivera meteorólogo portavoz de AEMET. Kiko Huesca.](https://www.geografiainfinita.com/wp-content/uploads/2015/05/1253541909423.jpg)
En este servicio meteorológico, conocido por sus siglas como la AEMET, ha servido Ángel Rivera durante los últimos 38 años. Allí ha desempeñado diferentes funciones, siendo la última la de portavoz. A él es a quien los periodistas llamábamos cuando queríamos conocer más sobre las ciclogénesis explosivas, sobre la ‘gota fría’ o para que nos explicara el tiempo que iba a hacer en Semana Santa. Era un gusto escucharle hablar.
Recuerdo de mi paso por la agencia Europa Press aquellas llamadas interminables en las que solía acabar preguntando por los puntos climáticamente más extremos de nuestra geografía, de las que tanto se reían mis compañeros de redacción. Pasados los años, con Ángel jubilado recientemente, pensé que era buen momento para hacerle unas cuantas preguntas y compartirlas con vosotros.
Sus anécdotas van siempre unidas a esa «amarga sensación» de haber pronosticado un día lluvioso y levantarse, mirar por la ventana y ver un día absolutamente despejado. «¡No deseo a nadie esa sensación!». Licenciado en Ciencias Físicas en la especialidad de Geofísica y Meteorología, ya «a los once o doce años», quería dedicarse a la predicción del tiempo, «hubiera que estudiar lo que hubiera que estudiar». «La verdad es que me atraía muchísimo y tengo la suerte de, que aún jubilado, me sigue atrayendo con la misma intensidad».
Quizá por eso recientemente ha publicado Meses y tiempos, el segundo de sus libros. En él aborda los fenómenos atmosféricos más importantes que afectan a España y su predicción. Lo hace, como dice su autor, «en convivencia armoniosa con la climatología, la meteorología popular e incluso la poesía». Por sus páginas desfilan diluvios mediterráneos, temporales atlánticos, sequías, olas de frío o de calor o periodos de buen o mal tiempo. Vamos, todo eso de lo que tanto oímos hablar en los medios y que tanto nos interesa.
¿Qué opinas de la importancia que se le da hoy en día a la previsión meteorológica en los medios de comunicación?
Creo que se reconoce así la importancia que el público concede a la meteorología y al clima. Lo negativo es cuando se hace uso de ese interés sano para buscar titulares fuera de lugar, o magnificar situaciones del todo normales, con el fin de ganar audiencia o de rellenar tiempos.
¿Hay más conocimiento meteorológico actualmente entre el ciudadano de a pie que hace unos años?
En un sector del público, como el de los aficionados, desde luego. En el ciudadano medio, no estoy seguro. Lo que sí percibe este ciudadano es una mejora global en la calidad y en la forma de comunicar las predicciones.
Hay quien habla de que a ciertos sectores estratégicos en España les interesa el buen tiempo. ¿Ha vivido o conoce alguna presión en este sentido?
Nunca. En mis 38 años de vida profesional no he recibido ninguna presión de ese tipo. Otras cosas han sido los disgustos por fallos reales o supuestos, o la incomprensión de algunas personas o colectivos.
¿La meteorología en España ha avanzado en los últimos años?
Por supuesto. Tanto en observación como en predicción y comunicación, aunque en este último punto hay todavía mucho espacio de mejora.
¿Cuánto hay de especulación en la meteorología?
No sé si hay especulación. Lo que sí existen son una tremenda cantidad de fuentes de información meteorológica de calidades muy dispares. En ese contexto los Servicios Meteorológicos deben ser siempre la referencia básica.
¿Cuáles son las predicciones erróneas que más recuerdas?
Muchas, aunque afortunadamente con el paso del tiempo fueron disminuyendo. Pero también las ha habido muy, muy certeras, como la efectuada desde varios días antes para la boda de los Príncipes de Asturias, que se cumplió casi al milímetro. Puede decirse que, si en los años 80, era normal tres o cuatro errores significativos por mes en predicciones a un par de días, ahora pueden ser tres o cuatro por año, como mucho.
¿Qué es una predicción probabilística?
Desde mi punto de vista es la mejor y más verdadera predicción. Cualquier predicción es siempre una probabilidad, pero no sabíamos cuantificarla. Desde hace ya quince o veinte años, existen las técnicas de predicción por conjuntos, que nos permite tener ya una idea bastante aproximada de esa probabilidad.
Lo que pasa es que su comunicación adecuada hay que trabajarla mucho, y hay una cierta desidia en utilizarla. Sin embargo es crítico hacerlo. Primero, porque es una mejora sustancial en el servicio público y en segundo lugar porque hay que sacar partido de las importantes inversiones que se llevan a cabo para obtenerla.
¿Y los modelos físicos-meteorológicos?, ¿para qué sirven?
Son la herramienta básica e insustituible de la predicción moderna. Se trata de complejos programas físico-matemáticos en los que, a partir de una observación específica de la atmósfera en un momento dado, se simula su comportamiento futuro aplicando las leyes de la Física de fluidos.
¿Hay algún modelo más fiable que otros?
Habría que distinguir entre distintos tipos de ellos. En el campo de los modelos globales, se reconoce de forma general la gran calidad de los del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, aunque seguido de cerca por los de los Servicios Meteorológicos de Gran Bretaña y Estados Unidos. Entre los de mesoescala, uno muy destacable es el HARMONIE, desarrollado por un consorcio meteorológico europeo y utilizado actualmente en AEMET.
¿Cuánto influye la geografía en la meteorología?
Mucho. Es una interacción íntima y continuada. Los meteoros (un fenómeno que tiene lugar en la atmósfera o en la superficie del globo) modelan el relieve y éste interviene con su acción en la formación y modulación de distintas estructuras atmosféricas.
¿Cuáles son los puntos de España climatológicamente más extremos?, ¿por qué?
Es una cuestión amplia y matizable. De forma muy genérica destacaría los valles del Guadiana y Guadalquivir por lo que respecta a temperaturas elevadas; las altas parameras de Guadalajara y Teruel para las muy frías. El sur de Valencia y el norte de Alicante para las lluvias torrenciales y las amplias zonas de precipitación muy escasa del sureste peninsular.
¿Cuáles son las características climáticas más destacables de España?
Su ubicación en la zona de frecuente contacto entre las circulaciones polares y subtropicales con la aparición a veces de estructuras muy complejas, junto con la gran reserva energética y la actividad ciclogenética del mar Mediterráneo.
¿Cuál es el futuro del clima en España?, ¿temperaturas más altas?
Sí, temperaturas más altas sobre todo en verano, junto con una cierta tendencia a la disminución de precipitaciones de norte a sur; precipitaciones que quizás ganarán algo en torrencialidad. La evaporación creciente y la menor precipitación nos lleva por tanto a una España más seca.
Por otro lado, desde mi punto de vista, creo que se conoce todavía muy poco, por no decir nada, del comportamiento que experimentarán en el contexto del calentamiento global las perturbaciones ciclónicas de carácter tropical y subtropical, y si podrían afectar más a Canarias, e incluso a la Península, trayendo algunas situaciones de lluvia. De cualquier forma, pienso que todavía hay muchos interrogantes a resolver.
¿Existe una «meteorología popular»?
Sí. Es muy rica y debe cuidarse y conservarse, aunque más por cultura que por su importancia predictiva.
¿Puede convivir con la científica?
Manteniéndose cada una en su lugar, desde luego.
¿Sabían más de meteorología nuestros antepasados?
Quizás sabían más los hombres del campo. De forma muy distinta a la actual, sus fuentes de información y predicción eran sus propias observaciones y conjeturas. ¡No tenían más remedio que afinar!
Su libro recorre el tiempo mes a mes… ¿qué época del año es más rica en refranes?
Quizás las estaciones de transición, como la primavera y el otoño.
¿Es el refranero popular español especialmente rico en expresiones meteorológicas?
Muy rico y muy instructivo, aunque sería bueno que un grupo multidisciplinar de expertos hiciera una revisión crítica de esos refranes y expresiones. Y no para hacer desaparecer a algunos, sino para situarlos en su contexto apropiado.
Usted estuvo 38 años en el organismo público encargado de elaborar las previsiones meteorológicas, la actualmente conocida como AEMET, ¿cómo evolucionó la Agencia en este tiempo?
Siempre tuvo profesionales de gran altura y muy relacionados con la Universidad. Desde el punto de vista organizativo y operativo, dio un cambio radical desde mediados de los años 80 con la puesta en marcha del Plan de Renovación Tecnológica y la creación de los Grupos de Predicción y Vigilancia. En la actualidad, y con sus luces y sombras, como cualquier otra institución, creo que AEMET se encuentra en un lugar muy destacado entre los Servicios Meteorológicos europeos.
Pregunta inevitable… ¿Hay cambio climático?
Lo hay, como siempre lo ha habido. Lo que pasa es que ahora es mucho más rápido, con el peligro de adaptación que ello conlleva, y además hay un convencimiento casi generalizado de que la acción humana es la principal responsable.
¿Es cierto que la temperatura media del planeta está subiendo?
Si, creo que en eso están de acuerdo hasta los negacionistas del cambio climático. La discusión estaría más bien en por qué sube y las formas en que lo hace.
Entonces… ¿por qué sube y de qué forma lo hace?
¿Hay verdadera concienciación sobre el cambio climático?
No toda la que debería, y en buena medida por serios errores de estrategia de comunicación que habría que corregir.
¿El cambio climático tendrá asociado una mayor frecuencia en la ocurrencia de fenómenos extremos?
En principio sí, al haber más energía disponible, pero es algo muy matizable dependiendo de tipos de fenómenos y de ubicaciones geográficas. En algunos casos, como los huracanes, podría ocurrir que su número incluso disminuyera, pero que fueran más intensos. Todavía no hay conclusiones claras pero el aumento de energía disponible debería traducirse desde luego en mayor frecuencia y/o intensidad de muchos fenómenos.
¿Qué es más importante entender de meteorología o hacerla comprensible?
Si es con referencia a la comunicación de predicciones y avisos, creo que hacerla comprensible es fundamental. Pero a su vez, es difícil hacerlo si no se conoce esa meteorología con cierta profundidad.
¿Cuál es el reto mayor reto para los meteorólogos hoy en día?
Probablemente la comunicación eficaz de la gran cantidad de información disponible y muy valiosa. Y también hacer más eficaz la de los avisos de fenómenos adversos. En todo ello sería fundamental la colaboración con expertos en ciencias sociales.
* El nuevo libro de Ángel Rivera, Meses y Tiempos, puede adquirirse aquí.